Un estudio de grabación ideal, ya sea personal o de servicios, será aquel que cuente con
lo mejor de ambos mundos: análogo y digital.
Un poderoso programa de audio, una buena interfaz -de calidad y con suficientes canales-, combinados con una colección variada de micrófonos, procesadores fuera de borda -los famosos "fierros"-, amplis, etc.
Y si bien en un próximo artículo ahondaré en este tema tan interesante, en este videotutorial abordo un aspecto crucial para, precisamente,
combinar esos dos tipos de recursos.
La realidad cotidiana en la gran mayoría de los estudios personales es lo que se llama popularmente
"mixing in the box" -mezcla en la caja-, debido a que casi todo el proceso de audio se realiza dentro de un programa o software de sonido, y sobre todo la mezcla.
Pero muchas veces, y sobre todo en esa etapa, deseamos incorporar procesos externos a nuestra creación.
¿Qué se puede lograr con un procedimiento así?
Enriquecer significativamente el resultado de nuestro trabajo: el sonido final.
Todo dependerá, definitivamente, del equipo con el que se cuente.
Incorporar, insertar, procesos externos a nuestro flujo de señal, ya sea por canal, o para
compartir un efecto con otros canales, como ya he explicado en otra ocasión, no es tan difícil de lograr.
Revisa este video para que aprendas cómo hacerlo.
Si bien está explicado en Logic ten por seguro que se puede realizar este procedimiento en muchos otros programas de audio.